Recuerdos Eleccionarios

Hoy son elecciones aquí en España, y no tengo derecho legal a meter el voto en la urna.

Y la verdad, por más que algunas personas insisten en que votar no sirve para nada, y en muchos aspectos no les faltan fundamentos, yo querría meter el voto aquí, porque es donde vivo hoy y es donde quiero aportar mi grano de arena.

Si bien hoy la democracia es en gran parte una burla, una fachada, los que vivimos alguna vez tiempos en que ni siquiera te dejaban dar tu opinión en forma de voto, valoramos cada forma de expresión popular posible, y el voto entre ellas.No vaya a ser que el enemigo pueda blandir nuestra "apatía" a su favor!

Fiel a mi condición, no he perdido la oportunidad aquí de dar mi opinión e intentar influír a quien se me cruzara en el camino.

Ahora mi cabeza se va muy lejos, al otro lado del océano y hace unos cuantos años atrás, a otras ELECCIONES democráticas, a una época en que no era tan evidente el engaño globalizado y la dictadura financiera como hoy; aunque estabamos librándonos de la sombra del sangriento Plan "Cóndor" financiado por el "Águila".

Las primeras elecciones democráticas en las que pude ejercer el sufragio fueron las de 1989, con mi recién estrenada credencial cívica, la "balota" como la llamaban los veteranos.

Pero para las primeras elecciones en las que tuve, digamos, una participación activa aunque no votara, no tenía ni sombra en el bigote.

El camino hacia la apertura democrática en Uruguay había sido "largo y sinuoso", por decirlo suavemente: El plebiscito del ´80, en el que el pueblo le dijo NO a la reforma constitucional militar, las elecciones "internas" de los partidos que no estaban prohibidos en el ´82...el gentío como hormigas del llamado "río de libertad", la proclama que leyó Alberto Candeau...Yo estuve ahí, yo estuve ahí! Puedo gritarlo. En todos y cada uno de los eventos que desembocaron en las primeras elecciones democráticas después de muchos años de dictadura fascista. También estuve debajo del balcón de Líber Seregni cuando lo liberaron, también fui al Estadio Centenario cuando Alfredo Zitarrosa pudo volver a cantarle a su pueblo...

Etcétera.

Y sobre todo, diría que en aquellos meses previos a la consulta popular y siendo aún niño fui un militante bastante activo.Acompañaba en el casa por casa a algún adulto a repartir folletos, y alguna pintada o "pegatina".Pocas, porque mi madre tampoco me daba tanta cuerda.Y eran épocas difíciles, había que evitar "encuentros cercanos del tercer tipo" con cualquier señor que tuviera uniforme, o con vecinos desconformes con nuestra labor.

Aparte de eso, muchas muuuuchas reuniones, toques de "canto popular" y chorizadas en el "Comité de base". Amigos, conocidos y vecinos en larguísimas reuniones, competían a ver quien era más comunista, mas socialista o troskista o que se yo. Y algún que otro lucido queriendo acaparar la palabra, la atención y un relativo poder, me hizo comprender ciertos patrones de conducta humana que lo impregnan todo, a diestra y siniestra.

Era el año 1984 de nuestro calendario occidental y cristiano.Faltaba pasar mucha agua bajo el puente para llegar a la madurez y el desencanto.

Pero la verdad es que curado en salud y aprovechando la experiencia de mis mayores, acorté camino y tomé distancia a tiempo de aquellas actividades militantes.

En los años siguientes, de todos modos no pude "evitar" ser elegido delegado estudiantil, y "sufrirla","calentarme" cuando la izquierda seguía sin llegar al gobierno, si bien crecía su electorado cada vez. Y levantar presión cuando algún plebiscito importante no lograba convocar a la cantidad de gente necesaria a las urnas.Etcétera...

Lo que más recuerdo de aquellas primeras elecciones del ´84, , más allá de mi temprana toma de posición, es la alegría que había en la gente de todos los partidos e ideas políticas,de poder volver a ejercer el VOTO, ese derecho inherente a la DEMOCRACIA. Había ilusión, esperanza de cambio, había ganas de un país mejor.Lo que hubo desde el día siguiente a las urnas, ya es otra historia...